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Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota: «Luz Belito»

Por Pablo Natario

Disco 4: Redondos, «Luz Belito». Aún sigo contando en forma cronológica.

Cierra la trilogía que salía en esa misma época con «Tercer Arco» de Los Piojos y «Despedazado por mil partes» de La Renga.

Épocas, como ya contaba anteriormente, de primeras identificaciones musicales y sociales. Del barrio, de la esquina, de las historias, de la simpleza. Los redondos ya eran un fenómeno social que hasta el día de hoy no creo que nadie pueda explicar con certeza. 

Yo los conocí en este disco, en esa época. Mis amigos de primaria y secundaria los escuchaban y me lo acercaron o lo escuché porque venía todo mas o menos del mismo lado en cuanto a estilos. Cumplo en decir que este disco me marcó porque acá empecé a escucharlos y no dejé de hacerlo jamás. No es el disco que mas me gusta, es el que inició la historia. Mi historia con los redondos.

Era rock, ya sabía lo que era, aunque en este punto no podía decir que me sentí seducido por las letras, no me eran fáciles de entender, pero había algo mas. Con los redondos lo que descubrí era que mas allá de la letra o las notas que había detrás, además había una voz con una melodía. Había una guitarra que decía cosas. Descubrí que dentro de una misma base, con la voz podías hacer distintas cosas y justo las de esta banda eran las que mas me gustaban. Descubrí que mas allá del virtuosismo con la guitarra, con solo hacer tres mínimas notas certeras esa guitarra podía ser pura expresión.

Las canciones que mas me gustaban: El himno «Juguetes Perdidos», «La dicha no es una cosa alegre», «Cruz Diablo», como también «Nuotatori Professionisti» o el revivido y eterno «Mariposa Pontiac/Rock del país» y todas las demás. 

Los discos! «La mosca y La Sopa», «Bang bang…», «Un Baión…» Los «Lobo Suelto, Cordero Atado» Uno mejor que el otro, que decir de «Oktubre» o «Gulp», y ¿como elegir? si cada cosa que escuchaba me gustaba mas que la anterior? Y los discos que vinieron después, ya cambiados, pero con tan tremendo contenido.

Después no me pasó mas, con la separación. Han hecho grandes cosas pero ya no me han llegado a conmover tanto, por separado, el Indio sin esa viola de Skay atrás, o Skay sin la presencia del Indio. Me gustan, pero no son lo mismo. Hay momentos, circunstancias y lugares que confluyen para que, simplemente, las cosas que tienen que pasar, pasen. Lo bueno es que su momento haya durado tanto y nos hayan dejado tanto.

Ultimamente vengo viendo muchos de esos cuestionarios absurdos que andan dando vueltas en donde te hacen elegir una cosa «si o si» en desmedro de otras, como si tuvieras que elegir una sola y las demás sean peores o no sean lo suficientemente buenas, como si no existieran en el medio miles de matices. No las respondo, no sabría como y no me interesa hacerlo. Pero en este caso, no tendría dudas. Los redondos es la banda de mi vida. Esa voz y esa guitarra, juntas, me atravesaron como un rayo que me marcó y lo llevo conmigo para siempre.