La Vida Real es el segundo disco de estudio de Muerejoven. Este disco cuenta con el regreso de la epic dupla de Muerejoven + Dillom y con colabs de Turrobaby, Taichu y Rompe 99.
No todo es plata, sexo, drogas y fama en la vida de Muerejoven. O sí, pero es más complicado que eso. En su segundo disco, el rapero bonaerense abre las puertas de su crib mental para mostrarnos todos los lujos y pesadillas que forman parte de su realidad, alejado de las modas del trap actual y confiando en un sonido más fresco y atemporal. No hay pose en La Vida Real, solo barras icónicas, beats rompe parlantes y puro factos.
“Odio el rap que explica cómo vivir. El 90% de los raperos de acá son estafadores. Para ellos no puede haber raperos que sean rappis o tatuadores, y si no estuviste en la plaza toda la vida no sos rapero» dice Muerejoven.
Lo primero que escuchamos en La Vida Real son mensajes de voz de amigos, familia y amantes de Muere preguntando cuándo m***** espera sacar el disco. Y es que las expectativas por su segundo LP eran altas después de Términos & Condiciones (2022), el disco debut que lo destacó en la escena argentina como un artista irreverente y sin miedo de rapear lo que piensa. En La Vida Real va todavía más lejos, apuntando contra los raperos que graban en Miami y “no se animan a hablar en su idioma”, como denuncia en “Argentinos de cartón” junto a Ronpe 99, el focus track del disco.
La portada del álbum -creada por Tito Albrecht y Lucas Spataro- ilustra con exactitud el universo temático de La Vida Real, empezando por el himno 420 de “Faso” y el boom bap cierra estadios de “Elixir”. En “Plata” junto a Turrobaby advierte que solo está para negocios serios, para después perder la cabeza de tanto cash en “Presidentes muertos”, el single adelanto del disco. En “BBB” revela las dos caras de la ambición, y en “Adicto” recluta a Dillom, su socio en Bohemian Groove, para un inventario de todas sus manías. El álbum gana en intensidad y sensualidad en “Mala” junto a Taichu y “Superpoderes”, antes del cierre emotivo del track La Vida Real, donde dedica las últimas líneas del disco a su familia.
“Si TyC sonaba a California, La Vida Real es un so-nido global, pero que mantiene lo nacional, porque rapeo como hablo y no finjo. Es un disco que tiene instancias: una presentación jodona, una parte con más bajada de línea y levanta hacia el final con ban-gerz. Tiene sus partes, sus humores, sus rincones, sus luces y oscuridades, desde una oda al faso has-ta un tema sobre la muerte de mi abuelo” expresa Muerejoven