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El Doble Éxtasis Pop de Dua Lipa en el Monumental

Dos noches, el 7 y 8 de noviembre de 2025, el Estadio Monumental de Buenos Aires no fue un campo de fútbol, sino el templo máximo del radical optimism. Dua Lipa, ya no es una promesa sino una fuerza gravitacional del pop global, concretó su ascenso al estatus de superestrella de estadio ante un público argentino que la aclamó en dos sold out consecutivos.

La Magia del Debut en River

La expectativa era palpable. Desde las primeras horas de la tarde, el barrio de Núñez se transformó en una pasarela de outfits inspirados en la estética dance-pop de la artista. Los colores vibrantes, las texturas metálicas y el glamour sin esfuerzo de Dua Lipa se replicaban en las 70.000 personas que colmaron el Monumental.

El Ascenso y el Setlist Acelerado

Desde el atardecer, la marea humana que convergía en Núñez era una celebración visual. El glamour y la moda fueron parte integral del ambiente. Puntualmente, a las 21:00, tras la presentación de la artista invitada Yami Safdie, las luces se apagaron. El show comenzó puntual.

Tras el pre-show hipnótico de olas proyectadas en las pantallas y ecos de sus éxitos, la euforia explotó cuando la imponente introducción de «Training Season» anunció su llegada. Dua Lipa emergió desde el centro del escenario, vestida con un diseño deslumbrante que combinaba la elegancia retro con un corte futurista, y acompañada por su troupe de bailarines.

El primer acto fue una inyección de energía pura, con hits de su último álbum como «Houdini» e «Illusion», ejecutados con una coreografía impecable que priorizaba el movimiento constante y la expresión corporal, manteniendo un ritmo vertiginoso que apenas daba respiro.

El sonido fue impecable. La banda, ubicada de manera sobria en la parte posterior del escenario, le dio una potencia orgánica a los beats electrónicos, haciendo que los temas del nuevo álbum tuvieran una pegada aún mayor en vivo.

El Gran Homenaje Argentino

El momento de conexión más profundo, reportado ampliamente por todos los medios (y el único que rompió el protocolo del show), ocurrió en el segmento central: Dua Lipa interpretó el cover del icónico «De Música Ligera» de Soda Stereo. El estadio estalló en un rugido unánime. Este gesto, ya habitual en la gira para honrar al país anfitrión, se sintió en Buenos Aires como un recibimiento y una aceptación total de su lugar en el panorama del pop global.

El cierre fue el éxtasis bailable con los himnos «Physical», «Don’t Start Now» y «Levitating», que sumergieron al Monumental en una fiesta de luces estroboscópicas y confeti.

La Consagración y el Desborde de Future Nostalgia

La segunda noche no fue una repetición, sino una explosión de confianza y conexión. Si el viernes fue la prueba de fuego en el mítico estadio, el sábado fue la celebración absoluta. Dua Lipa se sintió dueña del escenario y del público desde el primer acorde. El regreso de Dua Lipa al país trajo con ello a una artista que no solo tomó las críticas y las usó para mejorar, sino que también con una artista más completa que nunca.
Con un público variado y de todas las edades que coreaban todas las canciones, la artista demostró que nació para ser una estrella que llena estadios y sabe cómo hacer que su público se vuelva a casa satisfecho.

Un recorrido por sus 3 discos, hit tras hit, 5 cambios de vestuario, un equipo de bailarines impecable con una escenografía que no se queda atrás y 2 horas de show sin parar. Dua brilla e hipnotiza, baja del escenario a interactuar con sus fans, los escucha, se saca una foto y vuelve a subirse al escenario para seguir haciendo lo que mejor le sale.

Dua nos regaló un cover de Miranda!, “tu misterioso alguien” y el estadio se vino abajo, regalándole a la artista su primera ovación de la noche al ritmo de “olé olé olé, Dua, Dua”.
Este paso por el país demostró que Dua es una artista completa de pies a cabeza, interesada de verdad por la cultura y la música de los países que visita, regalándoles un cover distinto de artistas nacionales por país y haciendo sentir al público parte de sus shows, y trae con ella una humildad y carisma que no se suele ver en artistas de esa talla. Con este tour Dua se consagra una artista pop femenina de renombre.

El Eje de la Producción

Lo más destacado de la puesta en escena, que se apreció mejor la segunda noche, fue el uso inteligente y minimalista del escenario:

  • Pantallas Modulares: En lugar de una sola gran pantalla, se utilizaron paneles LED que se movían y reconfiguraban, creando diferentes ambientes.
  • Plataformas Elevadas: Dua Lipa y los bailarines utilizaron estratégicamente plataformas que emergían y se hundían, dando una dimensión teatral a las coreografías y elevando a la artista por encima de la inmensidad del campo.

El Legado de Future Nostalgia

Aunque la gira se centraba en Radical Optimism, el repertorio del álbum Future Nostalgia fue el que generó los momentos de mayor euforia. Temas como «New Rules», «One Kiss» y la ya mencionada «Levitating» se corearon con una potencia inaudita, confirmando que estas canciones ya son himnos de una generación.

El encore fue breve pero demoledor, dejando al público sin aliento tras dos horas de dance-pop ininterrumpido. Los dos shows de Dua Lipa en el Monumental fueron la confirmación de su estatus: una artista que llena el estadio más grande de Argentina ofreciendo una experiencia completa de moda, música y coreografía de vanguardia, sin depender de pirotecnia excesiva, sino de su talento y su presencia.


La conclusión es una sola: Dua Lipa no solo cantó en el Monumental, sino que lo transformó en la discoteca más grande y exclusiva de Latinoamérica por dos noches.

Crónica por Valentina Araujo

Fotos Gentileza de la productora